Encuentros en la tercera fase
Cuando comentas que has tenido un hijo con síndrome de Down, la primera (y lógica) reacción en el interlocutor es de estupor y cierta incomodidad. La incomodidad viene, claro, de que no se sabe muy bien cómo reaccionar, si dándote el pésame o la enhorabuena. Al final la reacción suele ser intermedia, con una palmada en el hombro y un mensaje de ánimo. Algunos de los más tópicos son: "Bueno, ya sabéis que estos niños son supercariñosos" , "Esto os ha pasado a vosotros porque sois superfuertes y muy especiales" (traducción de: "si me pasa esto a mí ya estaría ahorcado/a de un limonero" ). O uno muy actual que es el de: "Oye ahora hay muchos zagales de estos que van hasta a la universidad". Que es como si viendo a tu otro hijo, el que no tiene síndrome, te dijeran "Oye que algunos de estos han llegado a la Luna" . Lo cual es cierto en ambos casos, claro. En fin, no toméis este comentario como borde, sino como una observación desde el hum...


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