La Orden Jedi de los padres de la discapacidad

Apenas unos meses después de nacer Mario, tuvimos una comida familiar. No recuerdo de qué estábamos hablando, pero mi hermana Eulalia, madre de mi sobrina Miriam, que como Mario tiene síndrome de Down, en un momento dado me comentó: “Nosotros jugamos en otra liga, estos no son Jedi como nosotros”.

Efectivamente ser padre o madre de una persona con discapacidad intelectual es otro rollo, otro tipo de paternidad/maternidad distintos de los habituales, que va a cambiar tu vida por completo. Que es una fuente de grandes satisfacciones pero que no está exenta de sacrificios.

Por tanto sí, es cierto, los padres de personas con discapacidad intelectual comparten ciertas cualidades con los Jedi, los icónicos guerreros de la saga de Star Wars.

La paciencia, tan esencial en la crianza de hijos con necesidades especiales, encuentra un paralelo en la paciencia que un Jedi debe cultivar para desarrollar sus habilidades y comprender la Fuerza.

La empatía, fundamental para comprender las experiencias de los hijos con discapacidad intelectual, refleja el compromiso de un Jedi con comprender y conectar con los demás. Al igual que los padres, los Jedi buscan comprender las perspectivas y emociones de quienes los rodean para fortalecer la conexión con la Fuerza.

La resiliencia, necesaria para superar desafíos en el viaje de criar a un hijo con discapacidad intelectual, también es una característica central de los Jedi. Enfrentar la oscuridad y superar adversidades es parte integral del camino en los dos casos.

La dedicación incansable de los padres para garantizar el bienestar y éxito de sus hijos refleja el compromiso y la lealtad de un Jedi hacia la causa de la justicia y el equilibrio en la galaxia. Ambos muestran una devoción profunda a una causa más grande que ellos mismos.

La creatividad, necesaria para abordar las necesidades únicas de los hijos con discapacidad intelectual, se asemeja a la habilidad de un Jedi para encontrar soluciones innovadoras en situaciones desafiantes. Ambos deben ser capaces de pensar de manera no convencional para superar obstáculos.

La humildad, una cualidad que permite a los padres reconocer que están aprendiendo y creciendo junto con sus hijos, refleja la modestia de un Jedi, quien siempre busca aprender y mejorar. La capacidad de admitir que no tienen todas las respuestas es una característica valiosa tanto en la crianza como en el camino de un Jedi.

Y por último está la siempre necesaria vigilancia del lado oscuro, que está ahí, a veces en los prejuicios sociales y la falta de empatía de los demás, a veces en la falta de apoyo de los poderes públicos, y en ocasiones en uno mismo, en forma de desánimo y desinterés.

Paciencia, empatía, resiliencia, dedicación, creatividad y humildad, guían a los padres Jedi de la discapacidad en sus respectivos viajes hacia el crecimiento personal y la contribución a un bien mayor.

Así que si has sido recientemente padre o madre de una persona con síndrome de Down u otra discapacidad intelectual, y sientes cierta desorientación, primero, y después cierta "llamada" a actuar para hacer todo lo posible para que tu hijo se desarrolle de la mejor forma posible en un mundo que le incluya, es lo normal. Acabas de conectar con la Fuerza y tarde o temprano formarás parte de la orden Jedi. 

"En la paciencia, la Fuerza se revela; con empatía, se forja un vínculo eterno. En la resiliencia, encontramos nuestro camino, y con dedicación y amor, construimos un universo de posibilidades para aquellos que amamos."

Obi-Wan sabía esa gran verdad.